Neymar no pudo evitar el llanto en su despedida
Grandes emociones y poco fútbol. Neymar da Silva Júnior jugó su último partido con la camiseta del Santos, al menos en cinco años. Su encuentro 229 con el equipo que le ha criado, en el que ha marcado 138 goles. Ninguno en la despedida. El debut santista en el Brasileirao 2013 terminó con un 0-0. Era lo de menos.
La cita comenzó con lágrimas. El nuevo fichaje del FC Barcelona no pudo contenerlas en los prolegómenos, cuando escuchaba el himno nacional. Sentía, según sus palabras, “frío en la barriga”.
Abucheos e insultos
Después, fútbol. Poco, en verdad. Y menos aún del Santos, que perfectamente pudo haber perdido ante los cariocas del Flamengo. Aunque actuaba como local, la ‘torcida’ santista fue minoritaria en Brasilia, con lo que Neymar tuvo que escuchar pitos, abucheos e insultos cada vez que tocaba la pelota, especialmente al principio.
Algunos hinchas del ‘Fla’ ya había preparado sus bromas. Exhibieron una pancarta con la imagen de la novia de Neymar, la actriz Bruna Marquezine, con un biquini con los colores rojinegros del club de Río de Janeiro.
Al finalizar el primer tiempo, Neymar se acercó al micrófono de la periodista televisiva. “La emoción es muy grande, pero sólo antes del partido. Cuando echa a rodar la pelota, pienso en ganar”, expresó camino del vestuario.
Las iras rojinegras se fueron calmando y, además, el estadio ya había recibido a una retardada afición santista, que hizo contrapeso para aclamar a su héroe.
El maratón de Neymar
No mejoró el juego del Santos, ni el de Neymar, muy marcado y poco inspirado. Nada anormal: se acostó el viernes a las cinco de la madrugada, no se perdió el entrenamiento con sus compañeros (con una cámara atada a la cabeza) y más tarde se desplazó a Caraguatatuba para ser testigo de la boda de Paulo Henrique Ganso (ex Santos, hoy en el Sao Paulo). Un jet privado lo depositó en Brasilia, pasadas las 12 del mediodía, para incorporarse a la concentración del equipo.
Al terminar el partido, la camiseta del 11 santista era el mayor trofeo. El joven superclase la intercambió con Renato Santos, antes de abrazarse a casi todos los jugadores del Flamengo y saludar a los árbitros.
“La afición del Santos siempre me apoyó con toda su fuerza. Sólo puedo expresar mi agradecimiento y decirles un ‘hasta luego'”. Sus palabras a pie de campo emocionaron a los espectadores: “Es una gran satisfacción y un gran honor haber pasado por este equipo maravilloso que es el Santos. Jugar con Messi, Xavi, Iniesta, Dani Alves… será otro honor muy grande”, dijo antes de señalar que fue Alves “el más pesado”, el más insistente “en el buen sentido”, para que firmara por el Barcelona.
