Nadal, sin dieta ni asesores para acorralar a Novak Djokovic
El Nadal que se medirá, en principio el jueves, a Rogerio Dutra (134º y ganador en cinco sets de Pospisil en un duro partido con dos tie-breaks ) circula por Nueva York como un superviviente: a siete meses de dudas tras la lesión en una rodilla. “Siempre tengo la teoría de que lo importante es ser feliz”, repitió varias veces tras aplastar el lunes a Harrison e irse a cenar a Manzanilla, restaurante en Manhattan de Dani García. Nada de revoluciones. Nada de dietas. Ni de asesores.
Para hacer frente a los imponentes números del español (54-3 y nueve títulos), Federer (ganó a Zemlja por 6-3, 6-2 y 7-5 en su 56º grande seguido, un récord) ha experimentado con una raqueta más grande y Djokovic, que debía debutar anoche con Berankis, se apoya en su dieta libre de gluten y lácteos y ha incorporado a su equipo para el US Open al polaco Wojtek Fibak, que fue número 10 del mundo en 1977 y ayudó a Lendl.
El serbio, que podría perder el número uno si Nadal gana el torneo y él no alcanza la final o si el español es finalista y él no llega a cuartos, admitió flaquezas en Cincinnati y Montreal: “No encontré ese extra que me permitía jugar tiros precisos”. Por eso, desde su entorno han confirmado que Fibak actuará como “consejero” para aspectos “mentales y tácticos” de Nole y su técnico Marian Vajda.
Nadal tampoco comulga con las dietas. “No hago ese tipo de cosas nuevas. Soy feliz con la dieta normal”, dice mientras Djokovic cuenta en un libro que la miel que debe consumir es de Manuka, una planta de Nueva Zelanda. Dos mundos opuestos con un cetro en juego.
