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Maya Yoshida valora la aplastante la trayectoria de la selección de Japón

2734782_full-lndMaya Yoshida valora con una sinceridad aplastante la trayectoria de la selección de Japón y sin incurrir en falsas modestias. Según los parámetros que el propio combinado fijó al ganar tres de las cuatro Copas Asiáticas disputadas entre 2000 y 2011, no se puede negar que los Samuráis Azules han fracasado recientemente.

Una campaña deslucida y sin ninguna victoria en la Copa Mundial de la FIFA™ en Brasil sentó la pauta de este declive. Lo peor estaba por llegar. Pese a su condición de defensora del título y gran favorita, Japón quedó eliminada de la Copa Asiática en cuartos de final contra Emiratos Árabes Unidos. Estos reveses se produjeron además en apenas nueve meses y entre dos cambios de seleccionador, marcados por la renuncia de Alberto Zaccheroni y el despido de Javier Aguirre.

Fue entonces cuando contrataron a Vahid Halilhodzic, el bosnio que hizo de Argelia en una de las grandes sorpresas de Brasil 2014. Si bien la clasificación para Rusia 2018 empezó con un empate a 0-0 en casa contra Singapur), Yoshida está convencido de que el cambio era absolutamente necesario.

“El Mundial y la Copa Asiática fueron muy decepcionantes para todos, y creo que todavía estamos intentando recuperarnos de aquello”, comenta el central del Southampton.

 “Pero ahora que tenemos un nuevo seleccionador con un estilo nuevo, nos cuesta reaccionar como es debido. El entrenador intenta cambiar muchas cosas y nos cuesta asimilarlo, porque los cambios nunca son fáciles. Pero estaba claro que había que hacer algo”.

El método Halihodzic
Yoshida se vio sorprendido por la obsesión de Halilhodzic con el orden y la disciplina fuera de los terrenos de juego. El tiempo, no obstante, parece que ha suavizado el enfoque obcecado del bosnio y ha revelado su lado más amable.

“Es muy, muy estricto”, responde Yoshida entre risas cuando se le pide que explique el estilo de Halilhodzic. “Sin embargo, aunque parece tener un carácter difícil, he hablado con él personalmente y me he dado cuenta de que es una persona muy abierta. Puedes hablar con él con total franqueza. A todos nos parecen enormes los cambios. Los entrenamientos son muy duros y, después, siempre tenemos reuniones muy largas. Pero suele pasar con un entrenador nuevo: tardas un tiempo en habituarte a trabajar juntos”.

“Además, veo que las cosas empiezan a cambiar un poco. La primera vez que lo conocimos, por ejemplo, era extremadamente estricto. Puede que le diera buenos resultados con sus equipos anteriores, pero, en el caso de los jugadores japoneses, la disciplina no constituye ningún problema ni ninguna preocupación. Nosotros debemos concentrarnos más en los aspectos puramente futbolísticos”.

“En ese sentido, el entrenador quiere desplegar un estilo de fútbol muy moderno: transiciones veloces, una organización muy compacta y mucha intensidad en el juego. El patadón y a correr no le va bien a Japón; necesitamos jugar a gran velocidad. Lo importante, por supuesto, es usar nuestras virtudes, la técnica, la movilidad y la velocidad, y encontrar el equilibrio justo”.

Los atributos que menciona Yoshida han producido un tipo de jugador muy particular. Yoshida, un central japonés en la máxima categoría del fútbol, más que una excepción, es una especie en peligro de extinción.

“En estos momentos, soy el único central japonés que juega en Europa”, afirma el defensa, de 27 años. “Ocurre lo mismo con los guardametas. Teníamos uno solo (Eiji Kawashima), pero ahora no pertenece a ningún club. Para la selección nacional, esta situación no es buena, porque necesitamos jugadores de todas las demarcaciones en el máximo nivel. Nos iría muy bien exportar más porteros, centrales y delanteros a Europa. No parece fácil, pero con suerte yo puedo demostrar que es posible y ayudar un poco a abrir las puertas”.

“Pese a las muchas virtudes que atesoran los futbolistas japoneses, la fuerza, el físico y a veces también la capacidad táctica destacan entre sus flaquezas. Por eso creo que tendemos a producir jugadores en ciertas posiciones y no en otras. En cierta manera, no podemos hacer demasiado para solucionarlo: no podemos alterar nuestra altura ni nuestra corpulencia, por ejemplo. Pero podemos cambiar nuestros planteamientos y nuestra forma de jugar al fútbol. Es importante que produzcamos una buena mezcla de jugadores si queremos progresar”.

La experiencia en Holanda e Inglaterra
Yoshida habla por experiencia cuando destaca la importancia de encontrar un equilibrio y la mezcla perfecta. No en vano, forma parte de un Southampton impresionante y muy bien equilibrado, que contra todo pronóstico transita habitualmente por los primeros puestos de la Premier League inglesa.

“No es fácil perder dos o tres de los mejores jugadores cada temporada y mantenerse siempre arriba, al máximo nivel”, reconoce Yoshida. “Aunque el Southampton no es un club de los más grandes, está muy bien dirigido y su cantera es fantástica, lo que nos proporciona una base excelente para seguir creciendo. Si podemos conservar al entrenador y quizá a un par de nuestros mejores hombres en el futuro, creo que llegaremos muy lejos”.

“Me encanta formar parte de este club. Estoy en mi cuarta temporada en el Southampton y me he acostumbrado a la cultura inglesa y al estilo de vida del país. Creo que entiendo de verdad lo que se necesita sobre el terreno de juego y lo que el míster (Ronald Koeman) quiere de mí. Me ayudó mucho jugar tres temporadas en la Eredivisie (con el VVV Venlo) antes de llegar aquí, porque entiendo muy bien a los holandeses y su mentalidad y, como entrenador, Koeman es típico holandés. Sin la experiencia de esos años en Holanda, me habría costado bastante”.

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