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Los jóvenes surcoreanos aspiran a las semifinales

2441461_full-lndCon una cosecha considerable de 16 goles en 6 partidos, la República de Corea quedó subcampeona en el Campeonato de Asia sub-16 del pasado septiembre, que también sirvió como fase de clasificación para la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Chile 2015. 

Aunque en la final cayeron por la mínima ante la RDP de Corea (1-2), los jóvenes Guerreros Taeguk que entrena Choi Jincheul superaron en pegada a sus vecinos peninsulares y a Australia (que empató con los norcoreanos como segunda selección más realizadora), con cuatro goles más que ambos combinados. 

Más impresionante si cabe fue su juego dominante y sus ataques implacables, que quedaron especialmente de relieve en su 3-1 inicial a Omán, en su victoria por 2-0 en cuartos contra Japón y, sobre todo, en su sensacional paliza en semifinales a Siria (7-1). Incluso en la final, los surcoreanos fabricaron toda una serie de ocasiones claras, pero los jóvenes Chollima remontaron un gol adverso para imponerse por 2-1. 

“Somos un equipo con vocación ofensiva”, declaró su seleccionador, Choi Jincheul, para analizar su campaña. “Es difícil definir el estilo de juego del equipo, porque cada partido es diferente; y también lo son los rivales y la capacidad individual de nuestros jugadores. Pero creo que somos mejores en ataque que en defensa. Por supuesto, reservar el billete a la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA supuso una tremenda inyección de moral para nosotros, aunque no lográsemos nuestro objetivo de ganar el torneo clasificatorio de Asia”. 

Rápida progresión 
Si bien el dominio de la República de Corea no fue una gran sorpresa teniendo en cuenta su condición de bicampeones del certamen, sólo los que siguen su juego muy de cerca son plenamente conscientes de lo mucho que ha progresado. El año pasado, durante el clasificatorio para la fase final asiática, el mismo combinado fue sorprendido por Malasia (2-0), y sólo un triunfo ante Laos en el último partido selló su pasaporte. 

Un año después, la República de Corea resultó un equipo muy distinto que sobresalió durante toda la cita continental, incluida una dulce revancha por 1-0 contra Malasia en la liguilla de grupos. Los surcoreanos impresionaron con su trabajo en equipo y exhibieron un aplomo y una concentración renovadas; cualidades que les hicieron salir airosos frente a rivales ultradefensivos. 

“El año pasado yo no entrenaba al equipo durante el clasificatorio para el Campeonato de Asia sub-16”, explicó Choi. “Pero después de asumir el cargo, trabajé duro junto a los jugadores para mejorar sus cualidades. Nos centramos especialmente en cómo abrir brecha en la defensa compacta de los rivales, pues pretendíamos mejorar nuestra potencia y nuestra capacidad de definición arriba”. 

Sus avances iniciales quedaron patentes en agosto, en la Copa México de Naciones, donde la República de Corea quedó segunda por detrás de Brasil en un grupo donde también figuraban Costa Rica y Canadá. “Demostramos nuestra paciencia en esa competición, y nuestras actuaciones dotaron al equipo de mucha confianza”, señaló Choi. “Si nuestros jugadores juegan con más paciencia y calma, seremos un equipo mejor, capaz de dar varias sorpresas en el próximo Mundial”. 

Arma vital
Aunque toda la plantilla de la República de Corea se lució en la competición asiática, fue el centrocampista Lee Seungwoo el que más sobresalió. El joven de 16 años, un prometedor jugador de la cantera del Barcelona, cautivó a todos en el Campeonato de Asia, con 5 goles y 4 asistencias que le hicieron adjudicarse el doblete de galardones individuales (máximo artillero y jugador más valioso del certamen), ganándose el apodo de el Messi de Corea del Sur

“Es un jugador sobresaliente comparado con sus coetáneos”, comentó Choi sobre su estrella en ciernes. “Y está ayudando a sus compañeros a hacerse mejores. Eso es lo que más me alegra, porque Lee y el resto del equipo están trabajando juntos muy bien”. 

En cierto modo, el joven prodigio condujo por sí solo a la República de Corea hasta la final. Abrió su cuenta goleadora marcando el único tanto contra Malasia, y volvió a ver puerta en el 2-0 a Tailandia. Lee se mostró imparable en la segunda fase, rubricando un par de dianas contra Japón que sellaron el pasaje a Chile 2015. Y aunque sólo metió un gol contra Siria, sirvió cuatro asistencias que desarmaron por completo a los de Asia occidental. En efecto, Lee desempeñó un papel tan esencial que su seleccionador lo distinguió como uno de los motores del equipo. 

“Nuestras principales virtudes se asientan sobre Lee, nuestra velocidad y nuestra pasión”, afirmó Choi. “Pero para competir contra los mejores del mundo el próximo año en Chile, deberíamos mejorar tanto la técnica individual de los jugadores como el trabajo en equipo. Necesitamos aprender a cómo regular el ritmo durante todo el encuentro”. 

La República de Corea ha llegado dos veces a cuartos de final en sus cuatro participaciones anteriores en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA. Pero Choi, estimulado por el rendimiento actual del equipo, ha puesto sus miras en romper moldes en la gran cita mundialista. 

“Nuestro objetivo es llegar a semifinales”, dijo con firmeza. “Seguiremos cubriendo nuestras lagunas, de modo que podamos mejorar el nivel y representar dignamente a nuestro país. Deseo que nuestros jugadores aprendan bastante del Mundial y, en especial, espero que podamos dejar un legado para nuestro fútbol”.

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