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La magia de Troussier aterriza en Túnez

1179275_FULL-LNDCuando Philippe Troussier fue nombrado seleccionador de Sudáfrica en 1998, una de las primeras cosas que hizo fue visitar a la ex esposa del icono sudafricano del anti-apartheid, Nelson Mandela. Durante su visita, se sacrificó una cabra y Troussier bañó sus pies y sus manos en la sangre del animal, antes de ser partícipe de un banquete que consistía en cerveza casera, la carne de la cabra y pap (una papilla de maíz sudafricana).

Después le dieron un isiphandla, que es un brazalete hecho con la piel de la cabra muerta. El parisino Troussier participó luego en la ceremonia de tres horas para apaciguar a los antepasados y traer gloria a los Bafana Bafana. Fue esta comprensión y aceptación de las tradiciones y costumbres africanas lo que le valió a Troussier (quien durante una estancia en el norte de África se convirtió al Islam y adoptó el nombre de Omar) el apodo de “el Hechicero Blanco” en los círculos futbolísticos africanos.

Troussier es también un entrenador que ha viajado mucho por el continente (ha dirigido a cinco selecciones nacionales, así como a un puñado de clubes africanos), por lo que no fue ninguna sorpresa cuando el CS Sfaxien tunecino llamó a su puerta, en su búsqueda de un nuevo técnico que lo conduzca hacia la gloria en la Liga de Campeones africana. Aunque se le vinculaba con varios puestos en el banquillo, incluido el de seleccionador de Irán, el francés fichó por el Sfaxien, regresando así a África. “Incluso cuando me marché en 2005 para volver a Asia [en Japón y China], siempre mantuve estrechos vínculos con el continente. Mi hogar está en Rabat (Marruecos). Sigo teniendo muchos amigos en muchos países, a los que voy regularmente. Siempre mantuve una relación intensa con el continente, y siento que en ningún momento me he marchado de verdad”.

Comienzo mágico
Cabe reseñar que el regreso de Troussier al fútbol africano ha gozado de unos felices comienzos, ya que merced a dos victorias seguidas en la Liga de Campeones africana, su equipo accedió a las semifinales a falta de una jornada (y en detrimento del gran rival nacional nada menos: el Espérance). “Es muy satisfactorio haber conseguido esta clasificación. Sabemos que nos enfrentaremos a un equipo de la República Democrática del Congo [TP Mazembe o AS Vita Club] en la siguiente ronda. Eso nos permite poder prepararnos bien con antelación para el desplazamiento, organizando cosas como los visados, las vacunaciones y los preparativos para el viaje. Además tenemos una ventaja, porque tengo ocho jugadores apercibidos de sanción, y eso me permitirá estudiar cómo jugamos en el último encuentro de la liguilla”.

Troussier, que en su etapa de jugador gozó de una carrera discreta como defensa con varios clubes deFrancia, entre ellos el Red Star 93 y el Stade de Reims, afirmó que le sorprendió lo deprisa que se había adaptado el equipo al nuevo sistema. “Los jugadores habían perdido la final de la Copa de Túnez contra el Etoile du Sahel, y luego dispusieron de unos días de vacaciones, pero cuando volvieron se adaptaron realmente bien a mis entrenamientos. Eso me demostró que se están tomando su profesión muy en serio. Exijo mucho a los jugadores, porque fiché por el club para obtener resultados”.

El técnico galo añadió que, aunque no le han marcado metas concretas que tenga que alcanzar, comprende perfectamente cuál es su misión. “Cuando fichas por un club como el Sfaxien, que lleva varios años entre los mejores de Túnez y de África, ¡los jefes no necesitan especificar que quieren ganar títulos!”.

¿Listo para un título de la Liga de Campeones?
El Sfaxien nunca ha ganado la máxima competición del fútbol de clubes africano, pero quedó subcampeón en 2006. El conjunto de Sfax sí ostenta el récord de más victorias en la segunda competición de clubes de la CAF, la Copa Confederación, tras haber conquistado su tercer título el año pasado. Troussier confía en que el equipo blanquinegro, al que se apoda ‘la Juventus de los países árabes’, plante cara de verdad en la presente Liga de Campeones: “Considero al Sfax favorito para ganar, pero los otros tres semifinalistas también son muy fuertes. Ocurre lo mismo en la liga tunecina [que se reanuda]: somos candidatos a ganar el título liguero”.

Troussier está considerado un astuto estratega y, efectivamente, empleó dos esquemas diferentes en los dos partidos de la Liga de Campeones. “Jugamos con cuatro defensas contra el Espérance y con tres contra el Al Ahly [de Bengasi]. Cuando elijo la alineación, me fijo en las cualidades y en los puntos débiles de nuestros oponentes. Estoy muy contento con nuestra defensa, pero pienso que podemos hacerlo mejor en el campo del rival. Ganamos los dos partidos por 1-0. Debemos sacar un mayor provecho a algunas situaciones de ataque; realizar mejores elecciones para crear más ocasiones de gol”.

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