Herrera y Silva sueñan con el Barça
El Barça busca centrocampista de primer nivel y el objetivo prioritario pasa por la contratación del futbolista francés Paul Pogba.
La gran estrella de la Juventus es la joya más apetecida del momento, hasta ahí nada nuevo. Un secreto a voces que se da por descontado desde hace meses. Sin embargo, mientras Ariedo Braida trabaja a destajo para convencer al internacional galo y a la Juventus que la propuesta deportiva blaugrana es bastante más seductora que la del resto de competidores, el mercado entiende que el Barça lo tiene pero que muy crudo para superar en una hipotética puja las ofertas finales del City, PSG e incluso Chelsea.
Silva siempre ha convivido con el cartel de jugador ‘perfil blaugrana’. Su polivalencia en el centro del campo y su exquisito trato de balón permiten intuir que tendría una fácil adaptación en el sistema de juego culé. Es cierto que los años transcurren y Silva ya se ha plantado en 29, pero su posible contratación sería en base a un precio de mercado muy razonable y con garantía de un alto rendimiento a corto y medio plazo. El todavía jugador del Manchester City está al corriente de los contactos, mientras sus agentes esperan acontecimientos en las próximas semanas.
El segundo caso en circunstancias similares lo protagoniza otro viejo conocido, Ander Herrera. El centrocampista del Manchester United lleva varias temporadas flirteando con el Barça. Un jugador por el que siempre los técnicos de Can Barça han sentido una especial debilidad. Desde la época Guardiola, el futbolista estuvo muy próximo a protagonizar uno de esos traspasos sonados del verano. Finalmente el United se dejó de titubeos, puso la ‘pasta’ sobre la mesa y el centrocampista emprendió el camino rumbo a la Premier. Su adaptación ha sido buena pero los gestores del club inglés han prometido una enorme inyección de millones para la próxima temporada con el objetivo de reforzar todas las líneas con la llegada de jugadores mediáticos. Y el centro del campo no quedará exento. Ander Herrera tiene el beneplácito para salir si llega una oferta razonable y el Barça siempre ha estado en su segundo plano, agazapado, siguiéndole pero sin dar el paso al frente. El baile de número no está tan claro. El club no desearía ir más allá de los 25 millones de euros, aunque en el mercado se insiste en que no abandonará Old Trafford si alguien no pone un mínimo de 30 millones para facilitar la salida.
