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Fernando Alonso estará en forma para el GP de Estados Unidos

1380798266_581030_1380798373_noticia_grandeEra noche cerrada en Abu Dhabi cuando Fernando Alonso salía de un hospital cercano al circuito con su gorra hacia atrás y saludaba a algún que otro cámara de televisión que allí le esperaba. El piloto estaba bien. De hecho durante la rueda de prensa posterior a la carrera se le vio sin ningún problema, después atendió a sus invitados, entre ellos los futbolistas Raúl y Míchel Salgado, con los que habló un buen rato sin que se le apreciara nada extraño, estuvo con su madre, Ana, que viajó hasta Abu Dhabi. Todo bien. Sin embargo tuvo que someterse a una revisión médica en un hospital porque así lo exige el protocolo de la FIA en este tipo de casos, cuando un coche soporta una fuerza G superior a 25, saltó la alarma y el piloto debió someterse a esa prueba médica. Lo hizo después de pasar el control antidopaje y hablar con los comisarios junto a Vergne por su posible sanción.

Esas pruebas no consisten en un chequeo habitual, no se trata de decir 33 varias veces ni de evitar que el médico te dé con un martillo en la rodilla, pero tampoco el asturiano estaba grave ni siendo evacuado como podría parecer de una imagen que dio la vuelta al mundo y asustó a muchos justo antes de someterse a una resonancia magnética nuclear completa que exige que el paciente está inmovilizado más de media hora. Lo cierto es que el piloto no pasó una buena noche fruto del golpe y el cansancio de un GP en el que la temperatura y el trabajo dentro del coche hacen que el cuerpo pierda casi cuatro kilos, y ayer se sometió a más pruebas, pero se encuentra bien y estará en el GP de EE UU.

Durante casi un segundo el cuerpo de Alonso recibió un impacto transversal de 28G, una especie de despegue y aterrizaje forzoso que a cualquier otro nos hubiera destrozado la espalda, pero los pilotos de Fórmula 1 son auténticos atletas y pueden hacer frente a un choque de estas características. En la F-1 existen los milisegundos, milésimas de segundo. Y precisamente durante un milisegundo soportó Robert Kubica en 2007 en su accidente en el GP de Canadá una fuerza de 75G, al límite del cuerpo humano. Afortunadamente lo de Alonso no fue un accidente tan increíble. Ahora llevará a cabo un programa de recuperación para recobrar el tono muscular sobre todo en la espalda. Un susto. Y una lección. Porque esto de la F-1 no es un videojuego.

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