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Emociones mezcladas para Suárez y Rueda

2376875_full-lndNo importa los términos en que termine la historia. En algunas ocasiones, reunirse con un ex puede tornarse un tanto incómodo. Y Brasil 2014, aunque parezca extraño, muestra que el fútbol no está ajeno a este fenómeno. El próximo 20 de junio en Curitiba, Luis Fernando Suárez y Reinaldo Rueda serán los respectivos entrenadores del duelo entre Honduras y Ecuador con un aditivo particular: de vencer, ambos podrían dejar a sus ex con un pie fuera de la Copa Mundial de la FIFA.

Así es: justo Rueda, que en su momento devolvió a Honduras a una Copa Mundial de la FIFA tras 28 años de ausencia, puede ser hoy el verdugo de sus ex dirigidos. Y lo mismo para Suárez que, tras llevar a la Tricolor a octavos de final de Alemania 2006, podría decretar el fin de esta nueva aventura para los sudamericanos. “Lo tenemos en mente desde diciembre, cuando se realizó el sorteo. Lógicamente, es algo que me hubiese gustado evitar.

“Yo quiero mucho a la gente de Honduras, y ese cariño permanecerá para siempre aunque tengamos 90 minutos muy intensos por delante”, agrega quien, tras la caída inicial ante Suiza, precisa la victoria como el aire para respirar. Y no es el único. La Honduras de Suárez –que alguna vez fue suya- se encuentra en la misma posición luego de dar un paso en falso contra Francia.

“De Ecuador sólo puedo enumerar un montón de cosas positivas que me hicieron crecer como persona”, reconoce Suárez tras manejar el timón de los sudamericanos entre 2004 y 2007. “Escribimos una historia muy bonita allí por lo que posiblemente haya alguna muestra de cariño el día del partido. Si sucede, será muy grato en lo personal. Lo que vivimos allí quedará para siempre”.

Perderme, por lo que yo vi, te rejuvenece
Las separaciones pueden generar rencor, pero la historia de estos dos colombianos es bien distinta. Suárez, incluso, reconoce que su ex ha mejorado con el tiempo. “Este Ecuador es diferente al mío, posee muchos jugadores nuevos lo que indica a las claras el progreso que ha tenido. Creo que juega mejor, me gusta mucho más que el que yo dirigí”.

Las flores son recogidas por Rueda, quien devuelve la gentileza al afirmar que “esperaba un resultado mejor de Honduras ante Francia, creía que podía lograrlo”. Pero hasta allí llegan las muestras mutuas de cariño. El 20 de junio, a partir del pitido inicial, las cosas se pondrán ríspidas en el Grupo E.

“Será un partido de muchísima tensión y atención, donde se jugará leal pero fuerte por cada pelota”, anticipa Suárez. “Afrontaremos un juego muy duro, en el que existirán 90 minutos de rivalidad. Luego sí, volveremos a ser amigos y a tener en cuenta todas las cosas lindas y positivas que hemos vivido con el equipo y la afición hondureña”, redobla Rueda. Como para confirmar lo que ya es sabido por todos: en el fútbol, como en el amor, nada dura para siempre. Y mucho menos cuando se trata de un paso por la Copa Mundial de la FIFA.

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