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El Liverpool empata tras ir ganando 0-3 y deja en bandeja la Premier al City

LONDON-ENGLAND-MAY-05-Dwight-G_54407594603_54115221152_960_640Sólo un milagro puede dar la Premier al Liverpool tras dejarse empatar (3-3) en Selhurst Park un partido ante el Crystal Palace que ganaba por 0-3 en el minuto 78. Los ‘reds’ se sitúan líderes con un partido por jugar (el domingo ante el Newcastle en Anfield), pero el Manchester City, segundo a un punto, lo tiene todo a favor para proclamarse campeón ya que, además de tener nueve goles de ventaja en el ‘average’ general, tiene dos encuentros por delante, ambos en el Etihad Stadium: el miércoles uno pendiente ante el Aston Villa y el postrero contra el West Ham.

Brendan Rodgers no alineó en el once titular a Coutinho, con molestias físicas, pero el Liverpool puso cerco a la portería de Speroni desde el minuto inicial. Un fútbol rápido y directo le permitió disponer enseguida de un par de buenas ocasiones en sendos cabezazos liegeramente desviados de los defensas Sakho, a la salida de un córner botado por Gerrard, y Glen Johnson, tras un pase largo de Joe Allen.

Marca Allen de cabeza con su 1,68

Fue precisamente Joe Allen, también de cabeza pese a su 1,68 de estatura, quien abrió el marcador en el minuto 17 al impactar, totalmente solo, otro lanzamiento de córner de Gerrard. Es el primer gol de la temporada del centrocampista galés.

El Liverpool se relajó con el gol y pudo pagarlo caro de no haber sido por las brillantes réplicas del meta Mignolet a dos durísimos disparos consecutivos de Puncheon y Jedinak.

Era un espejismo. Antes del descanso Speroni ya evitó que Luis Suárez marcara con un trallazo sin apenas ángulo y, al inicio de la segunda parte, el Crystal Palace, sin nada en juego al estar situado en la zona media de la tabla, se vio claramente superado.

El Liverpool salió del vestuario lanzado y, en diez minutos, situó el 0-3 en el marcador. Speroni, con una gran estirada, desvió lo justo para que el disparo de Sturridge lo repeliera el poste, pero el delantero inglés, en su siguiente acción, controló con clase, se revolvió y soltó un disparo raso con la zurda que se coló en la red tras tocar ligeramente en un defensa.

Gol histórico de Luis Suárez

Era el minuto 52 y, apenas dos después, Suárez situó el 0-3 tras asistencia de Sturridge ante la salida de Speroni. Es el 31º tanto del uruguayo, que igualó los logrados en una misma temporada en una Premier con 20 equipos por Alan Shearer 1995-96) y Cristiano Ronaldo (2007-08).

Precisamente Luis Suárez volvió a igualar con CR7, también con 31 goles en la Liga BBVA, al frente de la clasificación de la Bota de Oro. Ningún jugador había marcando tanto en una temporada en la liga inglesa con el Liverpool desde los 32 de Ian Rush en la 1983-84.

Y un dato más. Los 52 goles ligueros que suman Luis Suárez y Sturridge en la Premier suponen un récord en la historia del Liverpool al igualar los logrados por el tándem Roger Hunt-Ian St. John en la temporada 1963-64.

El Liverpool parecía dispuesto a buscar una goleada de escándalo la amplia diferencia general que le lleva el Manchester City, pero incomprensiblemente su ritmo de juego decreció y, aún más increíble, se dejó empatar por el Crystal Palace en apenas diez minutos sin explicación posible.

Como en Estambul, pero al revés

El gol de Delaney, tras tropezar su disparo en Glen Johnson, parecía ser testimonial. Pero dos minutos después, en el 80, Bolasie recogió un balón en su área, corrió todo el campo hasta la rival y allí lo puso a Gayle para que, de primera, pusiera el 1-2 en el luminoso.

Y, en el minuto 87, el 3-3. Murray prolongó con el pecho un pase largo y Gayle, de nuevo, fusiló a Mignolet al encontrarse solo ante el desconcierto de la defensa de un Liverpool que acaba de sufrir en sus carnes aquella increíble remontada que protagonizó en la final de la Champions de 2005,  cuando se llevó el título por penaltis en Estambul tras igualarle al Milan un 3-0 en contra en el descanso.

Las lágrimas de un Luis Suárez, que escondió su rostro en la camiseta, de Gerrard, de Skrtel y de algunos seguidores ‘reds’ en las gradas reflejan la desolación que siente un club que, tras tenerlo al alcance de la mano, ve esfumarse el sueño de proclamarse campeón de Inglaterra por primera vez desde 1990. Sólo el City puede perder esta Premier.

 

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