DestacadosInternacional

El Barça del Tata aprieta los dientes para ganar el Clásico

Barcelona-Madrid-Foto-Pere-Pun_54391724175_54115221152_960_640Un Barça atípico se llevó el Clásico más atípico de los últimos tiempos. Fue atípico entre otras razones porque el Barça cedió la iniciativa al Real Madrid durante muchos minutos; porque Valdés jugó su último Clásico liguero en el Camp Nou haciendo lo que durante tantos años hizo Iker Casillas; porque Casillas, precisamente, no estaba ayer, lo que se hizo realmente extraño; y también porque Undiano Mallenco, por una vez, no perjudicó al Barça.

La verdad es que tampoco le benefició, porque el enfado madridista viene de una caída de Cristiano Ronaldo ante Mascherano, pero hubo un penalti de Pepe a Cesc con 1-0 en el marcador y Ramos debió ver una segunda tarjeta amarilla mucho antes de ser sustituido. Pero los de Ancelotti se fueron denunciando al árbitro navarro, lo que ya es surrealista. Neymar debutó en un Clásico con gol, Valdés mantuvo al equipo con vida y Alexis, revulsivo en el tramo final, sentenció con una sutil vaselina. Fueron los tres héroes azulgrana en el primer Barça-Madrid del Tata Martino.

El técnico rosarino no engañó y salió con el equipo que había ensayado en el último entrenamiento, con Cesc de ‘falso nueve’ y el equipo de gala en las demás demarcaciones, cayendo Messi a la derecha y Neymar a la izquierda. Leo no estuvo tan desequilibrante como otras veces, mientras el brasileño se gustó mucho en algunos momentos.

Las grandes sorpresas estuvieron en el bando madridista, con Varane y Pepe en el eje de la zaga, Sergio Ramos de mediocentro, Carvajal de lateral en lugar de Arbeloa y, delante, Bale por el centro con Di María y Cristiano a las bandas. No le salió bien el engendro a Ancelotti, que en el segundo tiempo ya optó por meter a Benzema por el galés y quitar a Ramos al ver que Undiano ya le había perdonado un par de veces la segunda tarjeta: la primera, por un codazo; la segunda, por un entradón a Iniesta.

Mucho equilibrio y respeto mutuo de los dos equipos en los primeros minutos. El Madrid, con una alineación de corte muy defensivo, replegado y esperando a un Barça que de entrada buscó espacios a base de mover el balón. Tras un largo período de tanteo, con alguna aproximación sin peligro por parte del Barça y algún amago de contra del Madrid, Iniesta y Neymar conectaron para romper el duelo. Andrés controló y la dio en vertical al brasileño, que recortó para lanzar un remate con la derecha que rebotó en un defensa, lo que despistó a Diego López.

Leo Messi tuvo poco después la posibilidad de noquear casi definitivamente al Madrid, pero su remate, tras una rápida contra del Barça, salió demasiado cruzado. Tras el gol de Neymar, el Madrid estuvo unos minutos ‘groggy’, pero se rehízo y el guión de los Clásicos cambió: largas posesiones del Madrid y un Barça corriendo tras el balón.

En este reparto de papeles contra natura ni uno ni otro se sintió cómodo y nadie supo hacer daño al otro, aunque la presencia del duelo Messi-Neymar en punta de ataque del Barça dio la ocasión a gente como Ramos, Marcelo y Pepe a sacar a relucir su habitual juego sucio. Se unió hasta Varane, que agarró del cuello y tiró al suelo a Neymar en una contra azulgrana, mientras Pepe y Marcelo fueron a por Messi en una misma jugada.

La primera opción madridista llegó en la última jugada antes del descanso. Internada de Cristiano Ronaldo por la izquierda y centro con remate de Khedira que Valdés rechazó en un alarde de reflejos. El balón, cuando la jugada ya no encerraba peligro, dio en el brazo de apoyo de forma totalmente involuntaria. Primeros aspavientos madridistas pidiendo penalti.

En el segundo tiempo los papeles habituales de ambos equipos se cambiaron definitivamente, con un Barça que cedió la iniciativa al Madrid y apostó por la épica. Antes de que el partido entrase en la recta final, un remate de Neymar tras pase larguísimo de Dani Alves, al más puro estilo balonazo y tentetieso, fue la mejor ocasión, pero López detuvo el remate.

La respuesta al meta madridista la dio su colega azulgrana. Víctor se lució, a disparo de Cristiano tras un pase en profundidad de Modric después de una pérdida de balón de Iniesta allí donde Martino había advertido que no se deben perder balones. El paradón de Víctor, rechazando en otro alarde de reflejos, salvó al Barça de una larga agonía. Poco después de un claro penalti por pisotón de Pepe a Fàbregas en el área cuando se giraba para rematar, llegaron la caída de Cristiano en una carga de Mascherano y un disparo de Benzema, sustituto de un inoperante Bale, al palo.

El Madrid pudo haber cambiado el signo del Clásico en esta fase, pero el honor de decidir el partido fue para Alexis, sustituto de Cesc en el tramo final. El tocopillano recibió un balón de Messi a la contra, aguantó a Pepe y Varane y, viendo a Diego López avanzado, lanzó una sutil vaselina por la escuadra que hizo que el Camp Nou se viniese abajo.

Valdés volvió a detener un remate muy peliagudo de Khedira tras pase en profundidad de Benzema y hasta el final, con la entrada de Song y Pedro para dar oxígeno al Barça, el conjunto azulgrana puso en práctica la forma de jugar en la que más a gusto se siente: rondos largos tratando de defender a través de la posesión. Las fuerzas, sin embargo, son las que son y casi con el tiempo cumplido Jessé remató a la red un centro de Cristiano tras pérdida de balón del Barça en ataque, cerca del córner.

Un túnel de Alves a Cristiano y otro de Messi a Varane en los minutos finales pusieron la pimienta final a un Clásico que el Barça ganó apretando los dientes y cediendo la iniciativa al Madrid.

Artículos relacionados

Back to top button