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Aprendiendo también fuera del campo

2210115_FULL-LNDMédicos, psicólogos, masajistas, cocineros… El personal de las selecciones nacionales vela por el bienestar de los jugadores. En los equipos juveniles, hay que añadir una nueva área de servicio: la formación académica.

La Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Emiratos Árabes Unidos 2013 no es excusa para saltarse esa regla. Numerosas selecciones han incorporado un profesor a su plantilla o están aprovechando los medios a su disposición en los centros de enseñanza locales. En la delegación austriaca, por ejemplo, el segundo entrenador Mario Huemerlehnar se ha encargado de que sus pupilos se pusieran al día en las tareas atrasadas, organizando entre otras actividades un curso abierto de idiomas. Por las tardes, un profesor del colegio alemán de Dubai les da clases de Matemáticas.

“Aparte del entrenamiento, no nos olvidamos de que nuestros jugadores tienen exámenes que afrontar. Debido al Mundial, han quedado un tanto rezagados en sus estudios. Con nuestro apoyo académico, queremos que nadie quede en desventaja en el colegio. La formación escolar es muy importante para los jóvenes deportistas”, asevera el entrenador del equipo, Hermann Stadler, en la página principal de la Asociación Austriaca de Fútbol (ÖFB).

Las puertas abiertas gracias al Abitur
El joven promesa alemán Julian Draxler, que figura en la lista de la compra de numerosos clubes punteros de Europa, es un buen ejemplo. Pese a haber debutado profesionalmente en el Schalke 04, el joven de 20 años finalizó los estudios secundarios y desde entonces todo le va de maravilla. “Con un buen Abitur (ndlr: la licenciatura de nivel superior que otorgan los institutos de secundaria alemanes), se me abren todas las puertas”, ha recalcado el centrocampista.

El portero de Nueva Zelanda Zac Speedy comparte esa idea y revela ante el micrófono de FIFA.com que, además de a los entrenamientos y a los partidos, también está dedicándose a estudiar durante su estancia en los Emiratos. “Es difícil compaginar las dos cosas, pero lo he intentado. Cuando regrese a casa, me espera un examen”.

Los anfitriones recibieron incluso apoyo del Ministerio de Educación, y obtuvieron la correspondiente exención unos meses antes del certamen. Por ese motivo, sólo tendrán que hacer una tanda de exámenes en lugar de dos. La escolarización, en su caso, ha sido demasiado corta. Por eso el segundo entrenador, que tiene como oficio el de director de escuela, se encargó de impartir alguna que otra lección durante las concentraciones de entrenamiento en Europa y Asia.

El fútbol, escuela para la vida
“Para nuestros jugadores no es ningún problema no ir al colegio, porque ahora mismo no es época de exámenes. Algunos de ellos siguen estudiando mucho también aquí en los Emiratos”, revela el entrenador de Japón, Hirofumi Yoshitake, y añade riendo: “Pero no todos lo hacen. Tal vez ésa haya sido incluso una motivación añadida para jugar bien: cuanto más tiempo permanecen en el torneo, menos tiempo tienen que ir a la escuela”.

La leyenda del fútbol alemán Guenter Netzer recordó una vez: “No hay ninguna garantía de poder hacer una carrera deportiva”. Y tenía razón. Al fin y al cabo, no hay que olvidar que los protagonistas del Mundial Sub-17 aún no han alcanzado la mayoría de edad. El camino que conduce hasta el fútbol profesional es largo y tortuoso.

Tanto los jugadores como los entrenadores son conscientes de ello y lo asumen de manera ejemplar. En cualquier caso, ahora concentran toda su atención en los acontecimientos que se desenvolverán sobre el terreno de juego durante los cuartos de final programados para este viernes y sábado, 1 y 2 de noviembre.

En este contexto conviene recordar una máxima que al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, le gusta repetir: “El fútbol es una escuela para la vida. Aprendes a ganar, pero también a perder”.

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